Respuesta corta: Nadie. Y todos
Respuesta larga: Bitcoin no es un producto de ningún gobierno, corporación u organización. No tiene un presidente, director ejecutivo, o junta de directores. El Bitcoin está estructurado de una manera que ningún grupo individual puede cambiar su funcionamiento. Eso no significa que Bitcoin no pueda cambiar. Puede y de hecho lo hace. El Bitcoin es actualizado a menudo, pero los cambios son acordados por multitud de grupos, todos actuando tanto por interés propio, como el de la economía del Bitcoin. Ninguno de estos grupos “controla” el Bitcoin por sí mismo, pero la evolución del protocolo del Bitcoin ocurre a través de sus interacciones: Desarrolladores. El Bitcoin es implementado en el software, así que puede parecer que los desarrolladores tienen el control. Si alguien quiere introducir una modificación en Bitcoin, ¿no podrían simplemente influenciar uno de los desarrolladores de Bitcoin para que añadan la modificación a alguna nueva versión del Bitcoin? Podrían. Pero el código que mueve Bitcoin, al igual que el registro de contabilidad distribuido de las transacciones, es público. La gente (Desarrolladores y no desarrolladores) están constantemente mirando el código y todos los cambios que se realizan en él. Cualquier cambio “engañoso” que alguien intentase hacer probablemente no pasaría una revisión del código, y sería descubierto con certeza en la fase de prueba que todas las nuevas versiones pasan antes del lanzamiento. Pero supón que alguien influencia a TODOS (o una parte importante) de los desarrolladores. ¿Podrían todos juntos forzar un cambio? ¿Un cambio que por ejemplo aumentase el número de Bitcoins a 50 millones? Si lo hicieran, tendrían que responder ante… Los Mineros. Los mineros hacen funcionar las máquinas que escriben las transacciones en el registro de contabilidad pública. Son pagados por las tasas que los usuarios incluyen en sus transacciones. Si una nueva versión de Bitcoin es liberada, los mineros tienen que actualizar el software de sus máquinas para que los cambios se implementen. O ellos simplemente pueden gnorarlo. Si los mineros sienten que “la nueva versión” de Bitcoin dañará su negocio o afectará negativamente al valor del BTC, pueden rechazarlo con el simple hecho de no ejecutar la actualización. Obviamente, los mineros tienen ideas diferentes sobre lo que es o no es bueno para el Bitcoin así que algunos lo ejecutarán y otros no. El código que termina con la mayor capacidad de computo “gana”. Si no hay un claro ganador, habrá dos versiones de Bitcoin compitiendo mano a mano durante una temporada. La red. Los mineros no son las únicas personas esenciales para la red. Cada persona ejecutando un software de Bitcoin apropiadamente configurado en su ordenador es parte de la red. Ellos no escriben transacciones para el registro de contabilidad, pero se comunican unos con otros para propagar esas transacciones a través de la red de Bitcoin. Si compras un artículo online con bitcoins, tu transacción será visible en la red de Bitcoin segundos más tarde de que pulses enviar, aunque esta todavía no se haya escrito en el registro de contabilidad. Los otras (no mineros) máquinas en la red hacen que ocurra. Sin embargo, al igual que los mineros, estos usuarios tienen que actualizar su software para poder mantener la nueva versión de Bitcoin. Y al igual que los mineros, pueden elegir continuar con el antiguo o con versiones alternativas del software si no les gusta lo que los desarrolladores han hecho. Usuarios finales. Nunca infravalores el poder de los usuarios finales. Es la gente que hace las transacciones quien da al Bitcoin su valor. Ningún gobierno, corporación, u otra entidad puede apuntarte con una pistola a la cabeza y obligarte a usar Bitcoin o alguna versión específica de este. Los usuarios finales pueden abandonarlo y lo harán si una “nueva” versión de Bitcoin no beneficia sus intereses. Este es el veto final, y los desarrolladores y mineros lo saben. Desafortunadamente, a medida que la base de usuarios crece, su nivel de implicación promedio disminuye. A la mayoría de los usuarios no les importa lo que los desarrolladores y mineros discuten sobre las bases semanales… ni deben. La capacidad de veto de los usuarios inales probablemente será empuñada por la gente que hace los monederos de Bitcoin, quienes pueden escoger implementar o ignorar los cambios en el protocolo (Bajo distintas razones). Nada de esto implica que cada cambio en Bitcoin se una lucha épica entre estas poderosas facciones. Ese no es el caso en absoluto. La mayoría de los cambios en el protocolo de Bitcoin son menores, beneficiosos y para nada polémicos. Pero cuando hay una gran diferencia de opiniones sobre qué efectos un cambio podría tener, el proceso puede ser alargado y enormemente disputado. Esto pasa desapercibido para la gente que simplemente compra café con BTC, pero los inversores y comerciantes necesitan mantenerse informados como parte de su debida diligencia.
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Marzo 2024
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