Antes de entrar en el estudio de las funciones de un sistema financiero, resulta interesante hacer una pequeña introducción a las dos vertientes de la Economía.
Por un lado, la economía real, que es donde se producen bienes y servicios (activos reales) según las necesidades de la función productiva. Se trata de bienes físicos y servicios que se negocian en diferentes mercados y que suelen clasificarse en 2 clases: activos reales intermedios (destinados a la producción de algún otro bien o servicio) y activos reales finales (dedicados al consumo). Por otro lado, la economía financiera, que abarca los compromisos entre los diferentes agentes económicos para una asignación eficiente de los recursos disponibles. Tal asignación se materializa en títulos (activos financieros) susceptibles de negociación en los mercados de dinero, que suponen un derecho para quien los adquiere y una obligación para quien los emite. A diferencia de los activos reales, los activos financieros no representan riqueza en sí mismos ya que, al menos directamente, no contribuyen a la función productiva de la economía real. Sin embargo, los activos financieros (por ejemplo, las acciones) permiten la transferencia de recursos hacia entidades con oportunidades de inversión, lo que se traduce en un incremento de la riqueza de los accionistas. Esto implica que la economía financiera sí contribuye, indirectamente, a la productividad de la economía real. Funciones de un Sistema Financiero. En economías de mercado, la principal función del sistema financiero será captar los excedentes de dinero de los prestamistas o ahorradores (unidades de gasto con superávit) para canalizarlo hacia los prestatarios (unidades de gasto con déficit). Lógicamente, las unidades que tienen déficit no coinciden con las unidades que tienen superávit y, en general, tampoco son idénticos los deseos de los prestamistas y de los prestatarios en lo que se refiere al nivel de rentabilidad, liquidez y seguridad de los activos emitidos por los prestamistas, lo que implica que los intermediarios han de transformar dichos activos para adaptarlos a las necesidades de los ahorradores. Así, el proceso de canalización de recursos será más eficiente cuanto mayor sea el flujo de recursos de ahorro generado que se dirige hacia inversión productiva y cuanto mayor sea la adaptación de los activos a las preferencias de los inversores. Cuando un sistema financiero funciona correctamente no se limita a canalizar ahorro hacia distintas formas de inversión, sino que también contribuye, através del proceso de innovación financiera y de diversificación de activos, a generar un mayor volumen de ahorro y a que dichos recursos puedan dedicarse a la financiación de actividades productivas. Por eso se resumen las funciones del sistema financiero en dos fundamentales: 1) Garantizar que la asignación de los recursos financieros sea eficaz o, lo que es lo mismo, que la economía financiera sea capaz de proporcionar a la economía real aquellos recursos que necesite, adecuados en cuanto a plazo, volumen, naturaleza y costes. Un sistema financiero será eficiente cuando sea capaz de captar ahorro en un escenario atractivo de rentabilidad, liquidez y seguridad, con el objetivo de prestar a los demandantes de fondos los recursos así obtenidos en condiciones razonables de precio, plazo e importe. 2) Ayudar a la estabilidad financiera (evitar crisis importantes de los integrantes del sistema) permitiendo el desarrollo de una Política Monetaria activa porparte de las autoridades (entorno macroeconómico estable). Según sea el grado de cumplimiento de las funciones fundamentales, así será la eficacia del sistema financiero.
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